Salud Mental Positiva

Positivo y negativo
La imágen de la Gioconda, representa una clara metáfora de lo que implica nuestra propuesta, pensar en positivo. Más que la obra en sí, es la manera en que se nos presenta, aludiendo a los antiguos y analógicos procesos fotográficos en los que la imagen está compuesta por dos campos complementarios: El espacio positivo que representa el elemento central o sujeto principal que hemos fotografiado, y que suele considerarse como la parte más importante de la totalidad de la imagen. Sin embargo, también tenemos otra instancia o espacio negativo que corresponde al "resto", esos espacios o huecos “vacíos” que quedan entre el sujeto principal, el espacio positivo y el borde de la imagen. Es un espacio, en apariencia, sin información y por ende sin importancia para la fotografía. Para el espectro de la concepción positiva es importante pensar estos dos campos como complementarios ya que que la salud en general y la salud mental en particular se han entendido, históricamente, a partir del modelo patogénico y desde la carencia, dejando de lado ese gran universo de potencialidades que se relacionan directamente con el desarrollo y el bienestar. La Organización Mundial de la Salud, define la salud como: "un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» y el trabajo del Observatorio desarrolla su trabajo consecuentemente con esta concepción. En síntesis realizamos un abordaje de la salud mental de manera más cercana al modelo salutogénico como respuesta necesaria al patogénico.
El Modelo de Salud Mental Positiva
Nuestro punto de partida es el modelo de medición de Salud Mental Positiva desarrollado por la Agencia de Salud Pública de Canadá, quien define la salud mental como «la capacidad de todos y cada uno de nosotros de sentir, pensar y actuar de manera que mejoren nuestra capacidad de disfrutar la vida y afrontar los desafíos que enfrentamos», concepto que, además, se encuentra determinado por un «sentido positivo de bienestar emocional y espiritual que respeta la importancia de la cultura, la equidad, la justicia social, las interconexiones y la dignidad personal» (Agencia de Salud Pública de Canadá, 2015).